Un niño nace




Nacimiento de San Juan Bautista
 
Para el día de hoy (24/06/13):  
Evangelio según San Lucas 1, 57-66. 80



(La escena perfectamente podría repetirse hoy en un pueblo pequeño, en un barrio, con una mamá reciente, un bebé celebrado, parientes y vecinos en serena alegría que se comparte por esa vida nueva que ha llegado como bendición. Para nuestra gente más sencilla no cuenta tanto la pobreza ni las miserias de este mundo como la vida que se renueva en cada nacimiento, porque cada niño es la esperanza que les late de pura ternura.

Por ello mismo el niño es un poco de ellos también -como cada niño debería ser un poco nuestro-, y esos parientes y esos vecinos, sin malicia, intentan hacerse oír para al momento de decidir como ha de llamarse la criatura. Es tan importante y es mucho más que una moda o una musicalidad explícita, y ellos lo intuyen: el nombre ha de reflejar toda la existencia de esa persona nueva. Así es razonable que reivindiquen que se llame como su padre, Zacarías, y es algo que nos resulta conocido, esas costumbres de perpetuar nombres antiguos en abuelos, padres y nietos, esas ganas de que la historia no se corte, esa necesidad de seguridad que brinda el aferrarse a la tradición.

Todo esto no es un dato menor ni una variable folklórica, es la comunidad empecinada en cuidar el destino de los niños, son los vecinos y parientes que se vuelven un poco padres y madres de cada bebé.

Un nombre es decisivo, y el corazón de una madre también lo es.
Entonces el niño no ha de llamarse Zacarías como su padre, pues Zacarías significa Dios recuerda. No, ha de buscarse otro nombre porque un tiempo nuevo se ha suscitado, y no hay precedentes, sólo santas visiones de antiguos profetas. El niño ha de llamarse Juan, que significa Dios es misericordia, una realidad en tiempo presente, la concreción de los sueños de esos papás casi ancianos y las ansias de todo un pueblo.

El nacimiento del Bautista preanuncia el nacimiento de Cristo, Dios con nosotros, y es la asombrosa señal de un Dios que se ha decidido torcer la historia a nuestro favor, de la mano de los niños y de las mujeres.

En cada niño que nace la esperanza reverdece fuerte)

Paz y Bien

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