No hay mayor alegría


Domingo de Pascua

Para el día de hoy (31/03/13):  
Evangelio según San Juan 20, 1-9


(María de Magdala se encamina hacia el sepulcro cuando todo estaba oscuro; sin embargo, esa cerrazón es el alba que antecede al amanecer, es tiempo de sombras y oscuridad que se retiran.
La piedra que sella la tumba está corrida, y presuntamente no hay un autor definido de este hecho, y es que con otros ojos, con los ojos de la fé, es Dios mismo que nos corre las pesadas piedras de los recintos donde impera la muerte para que la luz ingrese.

Ella se vá corriendo a contar lo sucedido. Ella es mujer -unos escalones por debajo de los varones, no ha de ser tenida demasiado en cuenta-, ella es algo más que una nadie pero no mucho más que eso. Sin embargo tiene una misión crucial: evangelizar a los mismos Apóstoles, llevar en las prisas de su amor la noticia del Viviente. Así en nuestros empeños, solemos renegar de la Buena Noticia que se nos llega a través de los pequeños, de los excluidos, de los que no cuentan. 

La carrera de Simón Pedro y el Discípulo Amado, en parte, es el espejo de lo que somos. Algunos son más veloces que otros, pero todos hemos de arribar al amanecer de ese día definitivo de Resurrección; es que llegan con mayor premura y comprenden mejor las cosas los que aman, con todo y a pesar de todo.

Así entonces las vendas y mortajas devienen inútiles, artefactos mortuorios en desuso absoluto. La tumba está vacía, y no vemos el cuerpo muerto del crucificado.
A Él sólo se lo puede volver a ver a través de los ojos de la fé, una fé alimentada, sostenida y expandida por la fuerza incontenible de esa vida que prevalece a pesar de la muerte voraz que parece tragarse todo.

Creer en la Resurrección es cosa de atrevidos.
Es darse cuenta que nada volverá a ser como antes, abrir los ojos a ese alba que significa que Dios ha torcido maravillosamente el curso de la historia humana.
Es decir que la muerte -que ninguna muerte- ha de ser definitiva, ni de tener la última palabra.
Es rebelarse mansamente contra cualquier resignación, y desoír con alegría los llamados al conformismo.

Es afirmar, más allá de cualquier razón y de toda lógica, que el Crucificado no ha retornado a la vida, sino que ha vencido a la muerte y que vive para siempre, que el Resucitado camina hoy en medio de nosotros para que no se nos apague la esperanza, para correr allí hacia donde cunde el desconsuelo con la mejor de las noticias, para jugarnos por enteros porque el Resucitado inauguró los tiempos nuevos en donde el no se puede no tiene lugar, y por ello la tierra entera puede transformarse.

Todos viviremos, todos resucitaremos porque Él está vivo, y no hay mayor alegría.

Feliz Pascua de Resurrección)

Paz y Bien

3 comentarios:

eligelavida dijo...

Feliz Pascua de Resurrección!

Una Julieta de Jesùs dijo...

¡¡¡¡ Feliz Pascua !!! hermano !!! Aleluyaaaaaaaaaaaaa !!!

Què Dios y la Virgen lo colmen de Bendiciones buen hermano *
perdòn que no pude ingresar antes por problemas de señal de internet,

Bendito sea en cada nuevo amanecer de todo corazòn *

Paz y Bien * * *

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Eligelavida, Julieta

Que el Resucitado se haga presente en las vidas de ustedes y de sus familias, en paz y con esperanza.

Paz y Bien

Ricardo

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