Protocolo

Para el día de hoy (03/11/12):  
Evangelio según San Lucas 14, 1. 7-11

(Hay lecturas en las que una lectura superficial y escasamente rumiada nos puede llevar a conclusiones no sólo erróneas, sino opuestas al Espíritu de la Buena Noticia.

Porque es demasiado extraño imaginar a este Jesús Nazareno, con su tonada campesina y su corazón abiertamente volcado a los pobres y a los enfermos, dictar normas de protocolo o etiqueta a los puntillosos fariseos, o diciéndonos en tiempo presente solamente que lugar hemos de ocupar en nuestros templos y el modo de hacerlo.
Estos reduccionismos sólo nos hacen desviar la mirada y esquivar la fuerza transformadora del Evangelio.

Porque hay más, siempre hay más, y el Reino no tiene otro protocolo que el de la fraternidad, todos hijas e hijos entrañablemente amados por un Dios que es un Padre bondadoso y una Madre protectora.

Todo gira alrededor de ese ágape al que le la humanidad entera -sin excepciones- ha sido invitada.
Quizás vaya siendo tiempo para ir cediendo nuestros lugares para tantos que hoy mismo nadie invitaría a ningún sitio, los sospechosos a perpetuidad, los que a menudo escondemos, hermanas y hermanos que rechazamos y de los que solemos avergonzarnos.

En la mesa del Maestro nadie puede faltar, y no es una utopía ingenua: es invitación y desafío a transformarlo todo desde la compasión y la misericordia, flores primeras del amor)

Paz y Bien

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