Ellos, los felices


Todos los Santos
Para el día de hoy (01/11/12):  
Evangelio según San Mateo 5, 1-12


(Viven con Dios, viven para siempre.

Algunos de ellos han sido reconocidos como tales y honrados públicamente como luces encendidas en nuestro camino, benditos del Padre, felices por siempre -tal es el sentido del término beato-.

Pero muchos, una gran multitud que es el fermento de toda la historia humana, han pasado haciendo el bien.
Son mujeres y hombres silenciosos que a menudo no son reconocidos en su plenitud, pero son amados entrañablemente por el Dios de la Vida y, sinceramente, son imprescindibles para que tantos permanezcamos con vida, vida que es más que supervivencia.

Son pobres porque se atrevieron a despojarse de todo, porque eligieron lo que nadie les podrá quitar, porque no necesitan otra cosa que el amor de Dios, y por eso mismo se hacen uno con sus hermanos sumergidos en la miseria.

Son mansos y pacíficos por elección antes que por omisión, héroes humildes que desoyen cualquier llamado a la violencia comenzando por el ojo por ojo que a todos nos nace, siervos pacientes como Aquél que no dudó en entregarse a sus enemigos para que nadie más sea crucificado.

Son aceite del consuelo y vino de la esperanza para tantos otros que agonizan en silencio, y que saben que Dios decididamente está inclinado hacia los que sufren. Por eso no temen llorar.

Son mujeres y hombres famélicos de justicia a perpetuidad, violentos en la mansa edificación del amor, de ese Reino que acontece aquí y ahora.

Son señales y símbolo de que otra vida es posible, de que todo se sustenta y puede cambiarse desde esa Misericordia que respiran.

Son aquellos capaces de descubrir el rostro de Dios en sus hermanos, especialmente en los más pequeños.

Son obreras y obreros de toda paz. El Arquitecto dirige sus manos, pero son los edificadores imprescindibles aquí, en estos campos yertos, entre todos nosotros.

A menudo han sido perseguidos por réprobos, blasfemos, subversivos. Pero jamás han bajado los brazos por la causa del Reino, un Reino que saben aquí y ahora con destino eterno.

Son las mujeres y los hombres sal de la tierra, levadura en la masa, alegría y esperanza para todos y cada uno de nosotros, una familia siempre creciente.

Son todos los santos con que Dios nos ha bendecido)

Paz y Bien


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