La buena tierra


Para el día de hoy (27/07/12):
Evangelio según San Mateo 13, 18-23

(Respecto de sembrados y cosechas, la lógica indicaría que ante todo es decisiva la pericia y sagacidad del sembrador y la calidad de la semilla que se esparce; posteriormente, claro está, el tipo de tierra que recibirá esa simiente.

Pero estamos en el tiempo de la Gracia, en la maravillosa ilógica del Reino. Y lo que decidirá todo serán las bondades de la tierra.
Y somos tierra que palpita y camina.

Por ello el sembrador tiene por misión la siembra continua y confiada. Quizás no importe tanto el donde sino más bien el sembrado tenaz e incansable.

La semilla es humilde, pequeña y sencilla; sin embargo lleva en sí la fuerza imparable de la vida.

Y la buena tierra se identifica por la nobleza de los frutos producidos.
A menudo oímos pero no escuchamos, nos cubre de cizaña el miedo y las preocupaciones, el egoísmo nos rechaza raíces firmes.

Aún así, hay gentes que nos encienden de esperanza. Mujeres y hombres fértiles de solidaridad y compasión, vides santas de fraternidad, canastas plenas de frutos de justicia y liberación.
La Palabra sigue germinando y creciendo, y no podemos resignarnos a que nada cambie)

Paz y Bien

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