Servicio e identidad

Para el día de hoy (29/10/11):
Evangelio según San Lucas 14,1.7-11


(La Buena Noticia tiene por destinatarios primeros a los pobres, a los oprimidos, a los ciegos de cualquier esperanza, a los cautivos de toda esclavitud. Ello no es un movimiento específicamente rebelde, ni la fundación de una institución o corriente de pensamiento religioso; antes bien, es la mirada propia de la voluntad de Dios que se revela en Jesús de Nazareth.

Y necesariamente se dividen las aguas: de un lado, aquellos que se han apropiado de los espacios mezquinos de la religión, la vida espiritual, la existencia. Del otro, la Palabra viva y vibrante del Maestro.
No existen casualidades, sino más bien causalidades: por eso, la Palabra de hoy se plantea en pleno Shabbat, es decir, en el día sacralizado en donde se advierte con mayor notoriedad a quienes se les permite el acceso a la mesa sagrada y a quienes se les impide cualquier palabra o participación.

El distingo principal, la cédula de identidad cristiana por excelencia es el servicio desinteresado, aquel que busca la no figuración, los últimos lugares y no para que en una falsa humillación se reconozcan a posteridad un áurea de santidad, o establecer laboriosamente monedas de cambio para adquirir una salvación postrera en el mercado de las almas de un dios comerciante.

Quizás se trate, ante todo, de recuperar la vista a esa índole de celebración al que nos convoca Jesús, ese recinto amplísimo en donde todos festejan, en donde todos tienen lugar, al que todos hemos sido invitados.

En ese espíritu del Maestro, nuestra identidad se define cediendo el asiento a aquellos a los que nadie invitaría a comer por diversos motivos -canónicos, sociales, políticos, sexuales, ideológicos-, sabedores de que hay un Dios Padre y Madre que es pura compasión y misericordia, un Dios inquieto que no se queda a esperar a que la mesa se complete con unos pocos, sino que sale por sí mismo o a través de los suyos a buscar a los perdidos y olvidados.
El servicio primero es hacer presente ese valor sagrado de cada vida humana, haciéndose presencia allí en donde campee la soledad y la ausencia)

Paz y Bien

0 comentarios:

Publicar un comentario

ir arriba