Eternamente cercano

Para el día de hoy (21/05/11):
Evangelio según San Juan 14, 7-14

(El deseo eterno de Dios es estar junto a sus hijas e hijos, caminando con ellos, sentado a su mesa, hombro con hombro -mediador de los abrazos- en sus tristezas y alegrías.
Ese deseo se manifiesta y se hace concreto en Jesús de Nazareth.

En los gestos, en las palabras y en las acciones del Maestro se revela en plenitud el rostro y la voluntad del Altísimo, y están las respuestas a los anhelos más profundos de la humanidad.

Aún cuando sean importantes los estudios y los dogmas, filosofías y teologías, lo fundante está oculto a nuestros ojos, pero diáfano y evidente desde una mirada de fé: de una manera simple y sencilla, el Dios del Universo ha querido estar en medio de esa humanidad por la que se des-vive, cercano y tangible.

Sin embargo, a través de todas las épocas, almas poco generosas han hecho lo imposible para que las gentes sigan imaginándose una divinidad inaccesible, lejana, inidentificable, a la que no se puede acceder sino a través de complejos procedimientos de ortodoxias y cultos.

Pero ese Dios Padre y Madre, por Jesús se ha quedado entre nosotros en algo tan pequeño y sencillo como un trozo de pan blanco, pan santo, pan de vida.

Quizás -sólo quizás- podamos emprender el camino de regreso descubriendo a Dios por Jesús de Nazareth y en cada uno de sus hermanos.
La eternidad se revela en cada acto de compasión, de liberación y de misericordia)

Paz y Bien

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