Los yuyos de mi tierra -una canción-

padre Carlos Mugica - sacerdote, mártir y hermano nuestro-

Aquí una bellísima canción que muchos de nosotros amamos;
el autor de la letra es el padre Mamerto Menapace,
la autora de la música es la hermana Adriana Blanco.
Una leyenda que corre de boca en boca indica que el padre Mamerto la escribió para Carlos Mugica, quien solía ir en busca de paz y consuelo al monasterio benedictino de Los Toldos. Por ser una leyenda, no podemos constatar fehacientemente esta cuestiones de dedicatoria; sin embargo, por lo que expresa nos dá la plena certeza de que es así.
Desde aquí, nuestra súplica de que nuestra tierra -fecunda por el Espíritu- nos siga brindando yuyos mansos, yuyos tenaces capaces de toda entrega para volverse fértiles espigas, pan para sus hermanos, sombra y refugio para los que sufren la soledad y el desamparo, como el padre Carlos Mugica, como tantos otros que nos precedieron, como tantos otros que hoy, desde la humildad y el silencio, hacen presente el Reino entre nosotros.
Paz y Bien
Ricardo

LOS YUYOS DE MI TIERRA

Achicate hermano no busqués la loma,
andá por los bajos, pisa el trebolar.
No temás el charco que el agua es playita,
y el barro del campo no sabe ensuciar.

Si querés altura mira las estrellas,
donde anida el rumbo que conduce a Dios.
No negués tu rostro al ala del viento,
ni cubras tu frente por no ver el sol.

No vendás distancias por comprar sosiego,
no dejés taperas después de acampar.
Tené fe en la huella, buscá el horizonte.
De seguro un día lo habrás de alcanzar.

Florece a los vientos como lo hace el cardo,
que llegado a seco, libera el pompón.
No apurés la historia, no arríes tus banderas.
Confiá en tus hermanos, como ellos en vos.

Vení, matearemos despacito, juntos,
me hablarás de lucha, te hablaré de fe.
Y al final del día nos daremos cuenta
de que igual senda andamos tal vez.

Cuando el sol se vaya y la tarde caiga,
se abrirán los ojos, al partir el pan.
Y entonces sabremos que por el camino,
nos venía arreando el Dios de la paz.

Letra: Padre Mamerto Menapace osb
Música: Hna. Adriana Blanco

aquí puede escucharse:



6 comentarios:

Edit dijo...

No concocía esta canción.
Es muy bella, muy profunda.
Gracias por compartirla.
Un abrazo en Cristo.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Es verdad, es hermosa y profunda y emociona (con decirte que la escucho a diario sin asomos de aburrimiento)
Un abrazo grande
Paz y Bien
Ricardo

Anónimo dijo...

Nadie en martir si no muere por cristo, mujica fue asesinado por defender una bandera politica, no la fe en jesus

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Herman@: como habrás visto, este mínimo sitio sólo tiene la pretensión de compartir y suscitar ecos a partir del Evangelio. No porque reniegue del intercambio de ideas, pero no es la intención -desde que comencé, unos años atrás- de hacer un foro de debates.

Sin embargo, honrando la verdad, debo decirte que por testimonio de mis padres -yo tenía nueve años cuando todo sucedió- y de testigos presenciales de su pastoral y su muerte, todos ellos amigos y hermanos, desmienten tu afirmación.
Y el murió como sacerdote, presbítero en la Arquidiócesis de Buenos Aires. Y muchos de nosotros lo creemos así -en silencio, en oración y en afecto-, mártir de la caridad con sus hermanos abandonados a la miseria, aún con las sombras de la ideología rondando todo.

Igualmente, que el Dios de la Vida te bendiga a vos y a los tuyos, y gracias por tus palabras y testimonio.

Paz y Bien

Ricardo

Malu dijo...

Ricardo: todavía estás a tiempo de que sea historia en lugar de leyenda; simplemente preguntándole a Menapace; aún vive...
Saludos, bendiciones y gracias por tus aportes.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Malu, gracias por tu presencia y tus palabras. Es verdad, debería preguntarle a fr.Mamerto.
Sin embargo en su momento -estas líneas son del 2011- jugué un poco con el texto; conozco la historia a partir del testimonio de un hermano y amigo queridísimo y santo, Rodolfo Ricciardelli, quien me contó de las angustias del padre Carlos y de su búsqueda de paz orante en el monasterio de Los Toldos.
Algún día lo escribiré, si Dios quiere.

Bendiciones

Paz y Bien

Publicar un comentario

ir arriba