La luz escondida, la Palabra que nos nace

Solemnidad de la Natividad del Señor

Para el día de hoy (25/12/10):

Evangelio según San Juan 1, 1-18

(Es extraño, muy extraño y sorprendente. No se deja atrapar en ningún esquema y preconcepto, no le pertenece a nadie porque es de todos, y supera toda la historia: el Salvador nos nace hoy mismo.

Él que es la luz, El único capaz de barrer todas nuestras tinieblas, elige oscuridad de la noche y reniega de toda espectacularidad: debe ser que no hacen falta candiles cuando hay un amor tan grande expresado en brazos de Madre y ternura de Niño. En plena madrugada resplandece el amanecer.

El Dios infinito y desconocido se hace limitado, reconocible en el cuidado de su Madre, aceptando sin mesura nuestra finitud y la condena aparente del tiempo para hacerse hermano, y para que todos -sin excepción- nos volvamos hermanas y hermanos.

Dios ha descendido, ha venido a nosotros, está con nosotros, frágil y humilde, sin imponer nada: el amor no se impone, supone un darse siempre sin condiciones.

Está naciendo en un lugar imprevisible, en un sitio que probablemente no se elija para las cuestiones de un parto, cueva de animales, la más pobre de las cunas.
Aún así, no se esconde: se deja encontrar por corazones abiertos, capaces de hacerse niños como Él, de hacerse sus hermanos.

A pesar de la hora de amamantarse y de la hora de dormir acunado, es un Niño Santo inquieto y nos anda buscando.

Hay que atreverse a dejarse encontrar.

Dios es Palabra que se vuelve uno más entre nosotros, para que recuperemos el habla, para poder volver a hablar el único lenguaje universal y eterno: el del Amor.

Fijémonos bien: ese Dios se está adormeciendo en brazos de su Madre hoy mismo, ahora, en este instante en ese lugar que no consideramos, en un lugar insospechado y a la vez sospechoso, oscuro y resplandeciente.

Hoy y siempre, todo es posible: Dios con nosotros, con todos nosotros.
Feliz Navidad)

Paz y Bien

2 comentarios:

Salvador Pérez Alayón dijo...

Para ser humilde se hace necesario no tener nada que encienda tu soberbia y te ponga ensoberbecido. Por eso,JESÚS, nace pobre y humilde, no se puede ser más pobre: "El Rey nacido en un pesebre, en una cueva para animales".

Y si se tiene, se hace necesario un gran esfuerzo para abajarse y hacerse pequeño, igual al más pobre de todos.

Por eso, Belén es Amor, Amor para dar gratuito, porque teniéndolo todo, lo ha dado todo. Y por eso, sólo en el compartir (comunidad) podemos encontrar el verdadero Amor.

UNA FELIZ NAVIDAD PARA TODA LA FAMLIA, Y UN FUERTE ABRAZO EN XTO.JESÚS.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Un abrazo grande también para tí, hermano, y para toda tu familia. Muy feliz y santa Navidad.
Paz y Bien
Ricardo

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