Grandes ciudades, corazones pequeños


Para el día de hoy (18/11/10):
Evangelio según San Lucas 19, 41-44

(Un hombre solo frente a una ciudad.
Una ciudad que enfrenta y rechaza a un hombre solo. Una ciudad cultora del poder, del dinero, del destrato, de la exclusión, del desprecio, de la violencia.
Una ciudad como un monstruo que sólo quiere tragarse a las gentes.
Una ciudad como la tuya o la mía, una ciudad grande de corazón muy escaso o inexistente.

Jesús, Hijo del Hombre, el más humano entre los humanos, llora. Se anega de lágrimas por su patria, sabe lo que le sucederá a Jerusalem en pocos años.

Pero más allá de las legiones romanas de Vespasiano y Tito, las grandes ciudades sin corazón tienen el mismo destino: cuando rechazan la paz del Reino que le es donada, ofrecida gratuitamente, han de desaparecer licuadas en su propia violencia.

Quizás el rechazo de ese Shalom universal de Dios con nosotros sea el problema mayor, pues esa paz no es precisamente la ausencia de conflictos, sino la construcción de la fraternidad aún cuando el cemento agobie y los muros de hormigón se nos hagan obstáculos insalvables a nuestras almas.

¡Qué misión! Crear en estas ciudades tan inhumanas y crueles recintos de justicia y paz, espaciosas habitaciones con puertas y ventanas abiertas en donde se secarán todas las lágrimas.

El llanto de nuestros hermanos y el nuestro propio también son lágrimas del Maestro)

Paz y Bien

2 comentarios:

♥Alicia dijo...

Ricardo, pidamos al Espíritu Santo que derrame en nuestros corazones de Su Amor, de Su Luz q nos ayude a construir un hogar de hermanos, cada uno en el lugar q estamos.
Un abrazo fraterno.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Alicia, a la preocupación de que cada persona tenga su techo, su casa, sumémosle eso tan importante para nosotros, que a nadie le falte un hogar en donde crecer y ser querido y reconocido
Un abrazo grande
Paz y Bien
Ricardo

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