El derecho a la pequeñez

Para el día de hoy (27/09/10):
Evangelio según San Lucas 9, 46-50

(No, no tiene un error la redacción del título, no se trata de los derechos de la pequeñez, de los niños.

Se trata de nuestro derecho a ser pequeños. Es el privilegio de bautismo: ser capaces de aceptar a Dios como un niño, con ojos plenos de asombro y la alegría frente a los regalos, descubriendo la Gracia.

No es una postura simpática o romántica; es, ante todo, estar dispuestos a la marginalidad y al sufrimiento, a la grandeza del servicio, a la nobleza del hacerse último entre los hermanos .

Cuando sucede esa antítesis del mundo, la pequeñez y el servicio, acontece el Reino.

Por ello, la primacía de los niños, signos del Reino de Aquél que nos ha rescatado.

Y en ese derecho irrenunciable, no estamos solos.
Él nos busca, nos acompaña, nos sostiene.
Y hay muchos más a los quizás no conozcamos, que también caminan por esa senda, aún cuando no pertenezcan de modo evidente a la misma Iglesia que cada uno de nosotros.

Hay muchas hermanas y hermanos que, aún solos en el mundo, hacen presente el Reino de Dios desde su bondad y su generosidad.
A ellos, en ese derecho a ser pequeños, hemos de descubrirlos como nuestros, como próximos, como hermanos de otro origen, dejando de lado toda soberbia de pertenencia.

Estamos en determinado sitio y tenemos una especial pertenencia por la inefable vocación del Espíritu que nos moviliza y nos convoca)

Paz y Bien


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