De raíces y cimientos


Para el día de hoy (11/09/10):
Evangelio según San Lucas 6, 43-49

(Los frutos buenos, sabrosos y nutritivos, que alegran a los comensales y a menudo sacian al hambriento, no sólo hablan de las bondades del árbol. Remiten directamente a sus raíces.
Ellas sujetan firmemente el árbol a la tierra buena y fértil, por ellas corre savia vital.

Similar situación es la de una casa: cuando sus cimientos son sólidos, no hay tormenta que pueda derribarla. Es más, hasta se puede volver refugio cálido de quien ha perdido la suya por falta de cimientos.

Árbol y casa hablan del corazón y de sus fundamentos.
Porque -Gracia increíble- aún en la noche más cerrada, el destino no está escrito.
Todo está por dibujarse, y eso es un regalo que debe redescubrirse en cada despertar.

Por eso se nos invita a tener un destino de vino y de refugio: vino de la vida y la alegría, refugio para el cansado y agobiado que no cede ante los embates de ninguna adversidad.
Es cuestión de raíces y cimientos, arraigo y fundamento en el Dios de la Vida, en su Palabra.

Quizás haya que dejar que Él nos vaya creciendo, y nos edifique. Nosotros somos simples obreros de lo eterno aquí y ahora, en estos arrabales en donde comienza la vida que no tiene fin)

Paz y Bien

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