Rodear al Maestro


Para el día de hoy (27/04/10)
Evangelio según San Juan 10, 22-30

(Las dudas y la polémica desembocaban en acciones en las que bullía la insidia, el odio y una violencia en ciernes.

Lo rodean como lobos voraces, prestos a cebarse en su presa... Él, el Siervo Manso, el Cordero de Dios.
Creen que pueden deshacerse de esa molestia que significa Jesús con relativa facilidad; son incapaces de reconocer en Él a su Dios y Salvador, ni en sus palabras -Él mismo es Palabra- ni en sus obras.
Ha enseñado, ha revelado el rostro oculto y misericordioso de Dios, ha devuelto la vista a los ciegos, a hecho andar a postrados, a expulsado muchos demonios que atenazaban almas sojuzgadas.
Aún así, exigen una definición acerca de su estatus; igualmente, carece de importancia la respuesta que puedan obtener de ese Cristo en medio de ese círculo de negación. Ya lo han rechazado de antemano y ahora van por Él.

Esos mismos son los que se ensañarán con sus amigos, sus hermanos.

Pero nosotros también lo rodeamos; sin embargo, no es un cerco.
Él es el sol de nuestra existencia alrededor del cual orbitamos para que en estas pequeñísimas estrellas que somos florezca la vida.

Hay que definirse, dejar de lado tibieza y medias tintas y decidir de que lado se está, y más aún, cómo se está.
Nuestros ínfimos pasos de ovejas no pasarán desapercibidos a Su mirada.

Por ese mismo Amor que se revela en ese conocimiento profundo de cada uno de nosotros, escuchamos su voz y seguimos sus pasos. Sabemos que no hay otra cosa que nuestro propio bien el horizonte.

Pero no se trata sólo de un más allá, de una promesa escatológica: en este preciso instante, comenzamos a vivir la plenitud de la vida en Dios, de la eternidad que por un misterio insondable de su Ternura se nos regala, más allá de nuestros méritos y miserias.

En este tiempo de Gracia y Misericordia, se ha derrotado a la muerte y desterrado al miedo.

Jesús y el Padre son uno.
Jesús es Dios y Dios es Jesús, y nadie puede con Él... y por esa vida que se nos comunica, tampoco nadie puede con nosotros.

Será cuestión de seguir rodeando al Maestro para no perderse y para que nos florezca la Vida)

Paz y Bien

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