Cuaresma: volver a Dios, volver al hermano

Éste es el ayuno que yo amo -oráculo del Señor-:
soltar las cadenas injustas,
desatar los lazos del yugo,
dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos;
compartir tu pan con el hambriento
y albergar a los pobres sin techo;
cubrir al que veas desnudo
y no despreocuparte de tu propia carne.
Entonces despuntará tu luz como la aurora,
y tu llaga no tardará en cicatrizar;
delante de ti avanzará tu justicia,
y detrás de ti irá la gloria del Señor.
Entonces llamarás, y el Señor responderá;
pedirás auxilio, y él dirá: '¡Aquí estoy!'
(Is 58, 1-9)

(Porque nuestro culto y nuestra piedad jamás debería estar desligada de lo que le sucede al hermano que languidece a nuestro lado, es preciso releer y hacer vida este pasaje de Isaías.
Que volver a Dios y volver al hermano sea el fruto santo de este tiempo que estamos atravesando)
Paz y Bien
Ricardo

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