Fidelidad sin doblez


Para el día de hoy (29/09/09):
Evangelio según San Juan 1, 47-51

(Natanael era también un galileo, más precisamente de Caná.
En esa ciudad, curiosamente, el Señor realizaría su primer milagro; en esa ciudad daría comienzo el anuncio y presencia del Reino de los Cielos.

Jesús nos conoce en nuestra totalidad, y sabe qué crece en nuestro corazón. Y si bien los caminos del Señor son misteriosos, por algo a Felipe lo llama directamente -¡Sígueme!- mientras que para la vocación -el llamado- de Natanael se vale de un amigo, del mismo Felipe.

Jesús nos conoce: por eso afirma sin ambages, al encontrarse con Natanael -Éste es un verdadero israelita, un hombre sin doblez...-
-y ha debido ser impagable la expresión de asombro y estupor del galileo, que alcanza a balbucear -¿de dónde me conoces?-

Sin doblez...
Sin dudas, Natanael era un israelita "hecho y derecho", estudioso de la Torá -la Palabra- y fiel íntegramente a las tradiciones aprendidas. Sin dudas, también, era un hombre piadoso pero firme como una roca en esa imagen del Mesías que le habían inculcado...Y esa imagen era de un mesías que poco tenía que ver con Cristo.
Sin embargo, Natanael era fiel a sus convicciones, equivocadas o nó.

Pero esa fidelidad no lo volvía obtuso, no hacía de su racionalidad religiosa una idolatría... Era capaz de voltear los muros de sus errores, y desde su corazón reconocer al Señor:

-¡Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel!-

Natanael seguirá caminando junto a Jesús y los otros discípulos... Y mantendrá esa integridad que resaltaba el Maestro, a tal punto que accederá al martirio por no doblegarse en su fidelidad.

Una fidelidad sin doblez que hace abrir la otra mirada, la que permite reconocer al Salvador y a sus ángeles que son mensajeros del Dios de la Vida)

Paz y Bien

0 comentarios:

Publicar un comentario

ir arriba