Un Dios injusto


Para el día de hoy (19/08/09):
Evangelio según San Mateo 19, 30-20,1-16

(Si las cosas del Reino de los Cielos fueran mensurables según la óptica humana, estaríamos en serios problemas.
Como les sucedió a los obreros de la viña en la Palabra de hoy, podemos quedar confundidos y enojados por la prodigalidad supuestamente injusta del Dueño de los viñedos.

Porque el Dueño de los viñedos puede disponer de sus bienes como mejor le parezca.

Por ello, para corazones legalistas y estrechos, el Dueño de la viña es injusto, pues no pagó más a quienes han trabajado más, no se detuvo en el valor de las obras realizadas ni en los méritos individuales de cada uno de ellos.

Nuestro Dios es el Dueño de la viña, y es maravillosamente injusto bajo esta mirada -y si pagara con justicia, no sé si nos corresponderían siquiera algunas moneditas-
¡Alabado sea Dios!

EL Maestro viene a recordarnos que esta supuesta injusticia significa Misericordia.
Su Padre -que es el nuestro- no se detiene en tu mérito, en el mío, en el nuestro...
El dá sin límites y por pura generosidad e infinito afecto hacia sus hijas e hijos, sin detenerse demasiado en medir méritos y dedicación.

Se trata de la Gracia que se nos dá sin medida a todos por igual, Gracia y Vida abundante y plena para todos sus hijas e hijos.

Dios es injusto. Alabado sea Dios.)

Paz y Bien

2 comentarios:

Angelo dijo...

La injusticia de Dios se llama Misericordia. Y nuestro juicio sobre ella se llama orgullo. Bendito sea quien acoge a Dios en su vida aunque sea su último segundo en ella.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Bendito sea, mi querido amigo! Dios colme de alegría a tí y a los tuyos, y agradecidísimo por tu presencia y palabras habituales. Un abrazo fraterno en Cristo y María. Paz y Bien. Ricardo

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