Corrupción y muerte

Para el día de hoy (01/08/09):

Evangelio según San Mateo 14, 1-12

(Corrupción, desde su raíz latina, son remite a aquello que rompe o destruye.
Así era el ambiente de la corte herodiana.
El rey Herodes jura darle lo que pidiese a su sobrina delante de los invitados a una fiesta de cumpleaños, sea lo que fuere.
El Bautista había sido encarcelado por un caprichoso pedido expreso de su cuñada.
Piden su cabeza en una bandeja, exigen su muerte en público.
Deciden la muerte de un inocente; nos dice la Palabra que aunque Herodes sentía cierto resquemor, no quería quedar mal frente a la promesa hecha y frente a los convidados.

Así es la corrupción de ayer y de hoy.
Sólo significa e implica muerte.
En primer lugar, cae el inocente... Pero implica también la muerte en vida del corrupto, pues ha quebrado y destruído su alma, su ser hecho a imagen y semejanza del Altísimo, su posibilidad de ser templo vivo de Dios.

La corrupción suele verse ornada de impunidad y obscenidad, y es una afrenta al Dios de la Vida que sólo quiere el bien para todos sus hijos e hijas... inclusive también para el corrupto, pues busca sin descanso su conversión.

Hemos de andar con pié firme y con arraigo en el Espíritu del Resucitado para no caer en la tentación de la corrupción, pero especialmente para buscar la conversión de sistemas y hombres corruptos al Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo y Padre Nuestro.

Es paso fundamental en nuestro peregrinar por este mundo, en el que estamos de paso, y por el que vamos llevando en vasijas de barro el infinito tesoro del Reino de los Cielos)

Paz y Bien

4 comentarios:

Teresa dijo...

Hola.

Os presento un nuevo blog:

¡NO TENGÁIS MIEDO! Su objetivo es dar a conocer el mensaje del Papa Juan Pablo II a la juventud:

http://teresa-notengaismiedo.blogspot.com/

Gracias y un saludo

Manuel de Santiago dijo...

Gracias por estas palabras tan llenas de vida. Y que ayudanen el caminar diario.
Un saludo.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Gracias por la invitación y seas muy bienvenida, Teresa. Paz y Bien. Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Gracias por sus palabras y su presencia, padre Manuel. Un saludo fraterno en Cristo y María y bienvenido. Paz y Bien. Ricardo

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