María, primera de todos


Para el día de hoy (25/03/09):
Evangelio según San Lucas, 1, 26-38

Solemnidad de la Anunciación del Señor

(Seguramente en esa calurosa Nazareth de Galilea el tiempo se detuvo, la historia de la humanidad contuvo el aliento.

-La vida estaba pendiente de tu boca-

Hasta el Mensajero sucumbe en tu presencia, pone a tus pies la solemnidad del Anuncio.

-El padre Obispo Casáldiga dice bellamente:"... Como si Dios tuviera que esperar un permiso..."-

El Verbo de Dios esperaba atento tu respuesta para hacerse uno de nosotros.

Tu "Hágase en mi según tu palabra" hace que se termine la larga noche de la humanidad. Porque dijiste Sí sería posible la Luz del día, el regreso de la alegría.

La última, la más pequeña, la desconocida, la esclava del Señor...
Madre de Dios, Madre de todos nosotros, la primera de todos, abrió la puerta para que la Vida sea para siempre.

La Gracia te habitó totalmente y para siempre.

Y tu Hijo Jesús, hermano y Señor Nuestro, aprendió de tu sí, se alimentó de tu corazón: el mismo nos ha enseñado a todos que no vino a ser servido sino a servir.

María, ocupada y preocupada siempre por todos y por cada uno de nosotros.
María, cada vez más, Causa de Nuestra Alegría)

Paz y Bien






2 comentarios:

Salvador Pérez Alayón dijo...

Desde la distancia todo nos parece más perfecto, más seguro, más fácil, pero la realidad pudo ser mucho más dura, más insegura, más imperfecta. La Encarnación del SEÑOR en María, su Madre, tuvo que ser momentos muy decisisvos, difíciles de entender, llenos de incertidumbre y de riesgos; rodeados de dudas y desconcierto que, sólo con paciencia, esperanza y una fe abandonada en la humildad, de Quién se sabe sierva, criatura, esclava e instrumento del SEÑOR es, por la misma Gracia del SEÑOR, llena de Gracia y elegida para dar a luz a la LUZ más resplandeciente y alumbra al mundo.
¡Que casualidad!, acabo de empezar hoy una serie de reflexiones que trataran, al menos eso pretendo, de acercar la vida de JESÚS al conocimiento de los hombres. Ahora, por Cauresma, viene bien pararnos a interiorizar sobre mi cercanía al SEÑOR.
Un abrazo en XTO.JESÚS.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Es muy pero muy cierto: desde lejos puede llegar a parecer un hecho milagroso más, pero debe haber sido terrible. Ella, una nadie por ser una niña-mujer que en esos tiempos estaba socialmente sólo un par de escalones por encima de los esclavos, con los riesgos mortales que implicaba su Sí!... Saber que ello podía llevarla al oprobio, la humillación y la muerte por lapidación. El temor tan humano de esos momentos y, aún así, confiar, abandonarse a Dios, cantar pese a los temblores su alegría.
No hay palabras suficientes, siempre me serán escasas y torpes. Pero Ella nos cuida siempre.
Un gran abrazo en Cristo y en Ella. Paz y Bien. Ricardo

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