Ajustarse


Para el día de hoy (21/03/09):
Evangelio según San Lucas, 18, 9-14

(El fariseo sabía al pié de la letra todas las formalidades, y las cumplía a rajatabla.
El publicano -recaudador de impuestos para el Imperio y, por lo tanto, un ser socialmente despreciado- se humillaba y atinaba a pedir a Dios -¡Ten piedad de mí, que soy un pecador!-

Para la mentalidad de su época -y seguramente para muchos hoy- la actitud del fariseo es la correcta, la ortodoxa, la válida.

Jesús viene a dar vuelta esa idea falaz: quien regresa a su hogar justificado (¿en estado de gracia?) es el publicano, el que se humilló, el que supo ponerse en su lugar, el que llenó su carencia de formas con un corazón arrepentido y confiado a Dios.
El publicano se justifica, se vuelve justo: se ajusta a la voluntad y a la misericordia infinita del Padre.

Es una bella invitación de Cristo para esta Cuaresma.
Ajustarnos.
Antes que las formas está el amor... Mejor dicho, las formas que se quedan en los gestos externos no son gratas a los ojos del Altísimo.
El verdadero sacrificio, la auténtica conversión es un corazón que pide perdón por razones de amor y no de forma.
Porque primero y ante todo, Dios no cesa de buscarnos porque nos ama sin límites)

Paz y Bien

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