Vino a buscar a los perdidos


Para el día de hoy:
Evangelio según San Lucas, 5, 27-32

(Ya hemos reflexionado sobre este tema en enero, pero con el Evangelio según San Marcos
En este caso, el acento está puesto en la cena, en el llamado y la respuesta de Leví y en la invitación a la conversión.

Leví era un publicano: era minuciosamente odiado y despreciado por la sociedad de su tiempo, ya que era un recaudador de impuestos para el Imperio.
Aún sabiendo eso, Jesús lo llama -Sígueme-.
La respuesta de Leví es total, inmediata y contundente: -"...Él, dejándolo todo, se levantó y le siguió..."
Ese cambio tan profundo provoca una alegría que desborda a Leví, y lo motiva a ofrecerle un gran banquete en su casa... Pero todo ello provoca la rabia y la envidia de los fariseos y escribas
¿Cómo iba a ser posible que se sentara a la mesa con gente tan miserable como un publicano, un pecador?!!!

Hoy Jesús, especialmente en esta Cuaresma en la que nos vamos adentrando, nos dice a todos y a cada uno de nosotros :-¡Sígueme!
Nos dice que nos tiene reservado un lugar en su Mesa.
Nos busca aún cuando estemos sumergidos en el fango, y así busca a todos los que se encuentran perdidos.

Porque Cristo, mostrándonos al Padre, nos dice que Dios no es un juez inflexible, severo y que cumple también el trabajo de verdugo.
Antes bien es un Padre Bueno que abraza y busca a los perdidos y excluidos.)

Paz y Bien

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