La locura del Reino de Dios y la razón de este mundo


Para el día de hoy:
Evangelio según San Marcos, 3, 20-21

(Seguir los pasos de Jesús, - que nos llama a todos - implica un salto a lo infinito.
Significa dejar todas las seguridades a las que nos aferramos y nadar en el mar sin orillas de su Espíritu.

Significa convertirse a la locura del Reino de los Cielos, a la insensatez de la Buena Noticia.
Porque para la racionalidad de este mundo, para seguir al Maestro hay que estar fuera de los cabales o ser un reconocido insensato...)

Paz y Bien

2 comentarios:

Salvador Pérez Alayón dijo...

Es verdad, coincido contigo. Cada Eucaristía debe ser un empujón a amar más. Y amar más es despojarte de ti, para complicarte en la vida del otro. Se hace difícil, ¿verdad? Claro que sí, se me hace muy difícil, pero no por eso voy a negarlo o justificarme. Sólo en esa dificultad tomo conciencia de que LO necesito más, y que sin ÉL nada puedo hacer, ¡ni si quiera dar un paso!
El seguir hacia delante y el predisponerme a que sea posible, es admitir que creo en ÉL y que me fío de su Palabra. ÉL, sin darme mucha cuenta, hará lo que a mí me falta. Entonces, tomaré conciencia, como Pablo, que ya no soy yo,sino que es ÉL quién vive en mí.
Compartir estos momentos y estas vivencias me llenan de gozo y esperanza. ¿Dónde mejor se puede estar? Un fuerte abrazo en CRISTO.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Quiera Dios, hermano que podamos ser tan pobres como María... Pobre no sólo por una condición social, sino más bien Bienaventurada porque nada necesitaba, porque todo lo tenía y era plena y feliz con Él.
Gracias
Paz y Bien
Ricardo

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